TMC METAL’s aleación de estaño y bismuto , es una pareja de dos metales especiales. En este artículo, conozcamos cómo y dónde se puede utilizar la aleación de estaño y bismuto en diversas industrias y cómo ayuda a hacerlo.
Propiedades de la aleación de estaño y bismuto La aleación de estaño y bismuto es una de las combinaciones más comunes para una variedad de usos. Una gran cosa de esta aleación es que se derrite a baja temperatura. Eso la hace fácilmente fundible y moldeable. Ideal para electrónica que tiene piezas pequeñas ya que las piezas pequeñas se utilizan regularmente.
Las aleaciones de estaño y bismuto son muy comunes en electrónica. Esta aleación se utiliza a menudo en la soldadura, el material utilizado para conectar componentes electrónicos. Su punto de fusión bajo la hace muy manejable, y forma uniones duraderas entre los componentes. También se encuentra en semiconductores, que son componentes críticos en dispositivos como computadoras y teléfonos inteligentes.
Sin embargo, otra razón debido a la cual estaño indio lo que está ganando popularidad es su naturaleza amigable con el medio ambiente. A diferencia de algunos otros metales, la aleación de estaño y bismuto puede ser reciclada numerous veces sin degradación. Eso significa menos residuos generados en la producción, lo cual es mejor para las empresas que son conscientes del medio ambiente.
La aleación de estaño y bismuto también está revolucionando la industria automotriz. Esta aleación se utiliza para fabricar piezas ligeras, fuertes y duraderas, lo que a su vez permite que los autos usen menos combustible y generen menos emisiones, teniendo un impacto menor en el medio ambiente. Su punto de fusión relativamente bajo también la hace fácil de trabajar, permitiendo a los fabricantes de automóviles crear formas y diseños que eran difíciles de lograr previamente.
El potencial del estaño y el bismuto en la impresión 3D parece tener un futuro prometedor. Esta aleación es fácil de fundir y moldear, por lo que es perfecta para la impresión 3D. Ahora, los fabricantes están experimentando con nuevos usos para una aleación de estaño y bismuto que permite la impresión de objetos 3D complejos que hasta ahora han sido difíciles de fabricar.